martes, diciembre 27, 2005

No más mentiras





“-…Y no más mentiras, por favor- y de su rostro no surgía movimiento alguno.
-Si lo sigues haciendo arderás en el infierno- una sonrisa inexpresiva se dibujaba en sus imperturbables labios.
–Y no creas que debes esperar a morir para vivirlo… ¡Oh, no! Que equivocado estás si lo crees así-. Los ojos de su receptor se abrían cada vez más en la espera de lo peor. Lo que de una u otra forma había temido desde que todo comenzó.
-Arderás en el infierno… en un infierno creado por mí. Un infierno terrenal que no sólo te hará caer del pedestal, no creas que soy tan compasiva, será un infierno en que después de llegar al suelo comenzarás a hundirte-. Aquel desafortunado destinatario de tan insensible y turbio monólogo permanecía gélido incapaz de reaccionar. La culpa lo ahogaba. Sabía que no merecía precisamente las bienaventuranzas, sin embargo, la ambigua amenaza no evidenciaba exactamente lo que debía esperar.
-¡Ese es el verdadero infierno, amigo!- Y la sonrisa inexpresiva comenzó a borrarse dejando a la vista esa suma indiferencia hacia aquel a quien alguna vez había admirado, venerado e, incluso, amado.”