viernes, enero 13, 2006

Ella o Yo o Ella o Yo o ...



-Y es que nada me importa-.
-¿Qué es nada?-.
-Nada es nada-.
-También puede serlo todo-.
-También puede que no lo sea-.


-¿Dónde esperas llegar?
-A ningún lado donde no quieras guiarme-.
-No quiero andar contigo-.
-Ni yo contigo, sólo quiero tu rumbo-.


-¿Me vas a dejar algún día?-.
-Soy tú-.
-¿Y por qué no estás conmigo?-.
-Tengo que esperar a encontrarte-.


-A veces te extraño-.
-Yo no a ti… me avergüenzas-.
-¿Te avergüenza el hecho de que pueda relacionarme perfectamente (o por lo menos eso creo) con gente que no es como nosotras?-.
-Soy tú-.
-No lo eres-.
-Cree lo que quieras, pero no puedes negar que son las mismas manos las que escriben ambas partes del diálogo-.
-No la misma mente la que piensa…-.


-¿Estúpido monólogo?-.
-O descubriéndote quizá… descubriéndonos-.
-Te necesito siempre aquí, me canso de esperarte. Me siento vacía, me siento ordinaria.
-Quizá porque lo eres. Yo te hago pensar-.
-¿Confundida? Me estas dando a entender que somos entes distintos-.
-…-.
-Estás tan mal como yo, me necesitas tanto como yo a ti para ser-.


-Ya no te siento… ¿Te vas?
-…………………………………………………………………………………-.


-Quizá continúe invocándote…-.