Cállate
“-¡Cállate de una vez, estúpida inconsciente! ¡Tus idioteces causan estragos en mi mente!-. Gritaba trastornada por el enigmático temor que ella misma se producía.
Nunca había logrado el control, sin embargo, de un tiempo a esta parte era una situación intolerable. Su propia mente… ¿Acaso ya no le pertenecía?
Los ojos de su madre asustada imploraban aquella calma de la que acostumbraba disfrutar a la hora de la siesta. Ella pareció, entonces, enmudecer. No soltó sonido alguno temiendo las consecuencias de sus palabras. El silencio se extendió por la habitación mientras ambas miradas se buscaban fervorosamente. Una vez que se encontraron ella imperceptiblemente rompió el silencio con un leve susurro mientras acariciaba el pelo a su madre.
-Si me pides que la ofenda, la ofendo. Si me pides que la golpee, la golpeo. Si me pides que la torture, la torturo. Y si me pides que la mate…- y su respiración, hasta ese entonces tranquila, comenzó a agitarse y convirtió a ese casi imperceptible susurro en un alterado grito descomunalmente aterrador.
-¡¡¡NI ME ARRUGO EN DARLE LA MÁS TORTUOSA DE LAS MUERTES A ESA MALDITA HIJA DE PUTA!!!
Y lo peor no era el no controlarlo.
Lo peor no era daño que podía causar.
Lo peor no era el castigo del que sería merecedora.
Lo peor no era perderse en ese mundo de bajezas y deshonras.
Lo peor no era que el momento de hacerlo llegaría.
Lo peor es que jamás se arrepentía de lo que hacía… y esta vez no sería a excepción.”
No más mentiras
“-…Y no más mentiras, por favor- y de su rostro no surgía movimiento alguno.
-Si lo sigues haciendo arderás en el infierno- una sonrisa inexpresiva se dibujaba en sus imperturbables labios.
–Y no creas que debes esperar a morir para vivirlo… ¡Oh, no! Que equivocado estás si lo crees así-. Los ojos de su receptor se abrían cada vez más en la espera de lo peor. Lo que de una u otra forma había temido desde que todo comenzó.
-Arderás en el infierno… en un infierno creado por mí. Un infierno terrenal que no sólo te hará caer del pedestal, no creas que soy tan compasiva, será un infierno en que después de llegar al suelo comenzarás a hundirte-. Aquel desafortunado destinatario de tan insensible y turbio monólogo permanecía gélido incapaz de reaccionar. La culpa lo ahogaba. Sabía que no merecía precisamente las bienaventuranzas, sin embargo, la ambigua amenaza no evidenciaba exactamente lo que debía esperar.
-¡Ese es el verdadero infierno, amigo!- Y la sonrisa inexpresiva comenzó a borrarse dejando a la vista esa suma indiferencia hacia aquel a quien alguna vez había admirado, venerado e, incluso, amado.”
Origen de un Nuevo Ciclo
¿Un personaje más?
Narradora omnisciente de una vida que no le pertenece.
El origen de un nuevo ciclo aún incierto.
¿Un lado B?
Quizá. Quizá también sea el A y el C.
Será extrañada. O quizá no.
Nacimiento. Raíz. Fundamento. Génesis.
Un nuevo comenzar.
Atrás quedan las superficialidades, aunque nadie las note perdiéndose en el camino.
Pero se fueron. ¿Hace cuanto ya? Nadie lo ve.
“Mírala desde lejos…Ella no volverá…¿Ella quién?Ella sola…Ya se fue…¿Se fue dónde?… o quizá nunca existió…¿La va a extrañar?Sólo una vez lo hizo…Uno es quién es.O quienes es…¿Más de uno?… o más de dos y más de tres…”
“Decepciones…Ángeles ardiendo en el infierno…El pedestal ha sido roto…¿Reconstruirlo?Ni en mil años…Una eternidad sólo conseguiría esparcir más sus restos…Absoluto caos.Lo que anhela para sí lo anhela ahora para alguien más…¿Advertencias previas?No, desconciertos próximos.La situación lo amerita… La cuenta regresiva corre ahora para alguien más…”
Dudosas amenazas.
¿Serán cumplidas?
Somos ineficaces videntes. El tiempo lo dirá.
El dolor comienza a opacar la racionalidad.
Entre más le hace falta más lo extraña.
Entre más lo extraña más le duele.
Entre más le duele más lo odia.
Entre más lo odia…
Incapaz de controlar el pensamiento su mente gira innumerables veces sin un rumbo definido pero hacia la misma meta...
¿Es acaso necesario mencionarla?